El departamento tenía historia. Durante años, había sido el refugio de una persona mayor que dejó su huella en cada rincón. Tras su fallecimiento, el lugar quedó en pausa, atrapado entre recuerdos y objetos acumulados. Poco a poco, se convirtió en un depósito familiar: muebles que nadie usaba, cajas llenas de papeles amarillentos, electrodomésticos en exceso y un sinfín de pertenencias sin destino claro.
Entrar allí era como viajar en el tiempo, con una sensación densa en el aire. No era fácil atravesar la puerta sin sentir el peso de lo que había sido. Sin embargo, todo cambió cuando una persona de la familia necesitó mudarse con urgencia. No solo había que hacer que el departamento volviera a ser habitable en pocos días, sino que también debía adaptarse a su nueva realidad: la movilidad con silla de ruedas y andador.
El desafío era grande.
Lo primero fue abrir cada caja, revisar cada objeto y tomar decisiones. La familia confió en nuestro criterio para seleccionar qué conservar, donar o descartar. Nos encontramos con tres microondas, dos hornos eléctricos y más de lo que cualquiera podría necesitar en un solo hogar. Había que elegir lo mejor, lo más funcional para quien iba a vivir allí.
Luego vino la reubicación de los muebles. Lo que alguna vez había sido un recibidor ahora tenía que convertirse en un espacio accesible. Un mueble que parecía no encajar en ningún lado encontró su lugar dentro de un placard, convirtiéndose en un práctico organizador de toallas. Cada rincón fue pensado para facilitar la vida cotidiana, asegurando que la persona pudiera moverse con total comodidad.
Más allá de despejar y organizar, queríamos que el espacio se sintiera cálido. No bastaba con hacerlo funcional; debía volver a ser un hogar. Instalamos un televisor, agregamos plantas y nos ocupamos de cada detalle para que, al abrir la puerta, se sintiera un nuevo comienzo.
El día de la entrega fue emocionante. Ver la transformación, sentir la emoción en los ojos de quien ahora llamaría a ese lugar su casa… Esa es la verdadera razón por la que hacemos lo que hacemos.
De un espacio olvidado a un hogar listo para una nueva historia.
Si sentís que tu casa, tu oficina o cualquier lugar que amás necesita un cambio, estamos listas para ayudarte.